Nuestra asociación tiene como objetivo  desarrollar los vínculos sociales y culturales entre los países de Europa. Después de haber recibido numerosos voluntarios en Plasencia, enviamos también voluntarios a toda Europa.

Os dejamos la experiencia de Carlos, un joven español, que hemos enviado a Nimes en el sur de Francia para un proyecto de un mes relacionado con la Eurocopa de Futbol 2016.

Me llamo Carlos, soy un chico español que, al igual que muchos jóvenes siempre ha pensado que uno no debe centrarse simplemente en aquello que le rodea, sino que mira más allá y nunca dejó de lado la curiosidad por lo que desconoce, añadiré también que soy ese tipo de persona que entiende que el cambio de cualquier situación, injusticia o el propio enriquecimiento personal, viene del compromiso que uno esté dispuesto a asumir. 

A principios de 2016 descubrí el programa Erasmus +, dispone de una modalidad llamada SVE ( Servicio de Voluntariado Europeo ) que permite a jóvenes de hasta 30 años, realizar misiones de distintas índoles en países de la comunidad, en mi caso, realizar diversos tipos de actividades deportivas con estudiantes franceses, además de, cómo objetivo principal, organizar un evento relacionado con la Eurocopa 2016, que tuvo lugar el pasado 14 de Junio en la ciudad de Vauvert. Por sí aún alguno se lo preguntase, La comunidad Europea es quien subvenciona el programa, cubriendo así gran parte de los gastos de viaje, manutención y dinero de bolsillo, aunque encontraréis al final enlaces que puedan resultar útiles para más información.

El lugar en el que debía realizar la misión de mi SVE ha sido la hermosa ciudad de Nîmes, situada en el departamento Languedoc-Roussillon a la cual viajé desde Motril, una pequeña ciudad en la costa de Granada.

(Temple de Diane)

Llegado a mi destinó un día antes de lo previsto, tuve la oportunidad de visitar una ciudad que, a día de hoy reconozco, se ha ganado mi corazón, en la que se pueden encontrar vestigios del imperio romano como pueden ser La Maison Carée, la Tour Magne o el Templo de Diane, situado en un precioso y enorme parque llamado Les Jardins de La Fontaine, que me recodó enseguida a los jardines del palacio de Versailles.

El día concertado tuve pues la oportunidad de conocer a Alain, la persona responsable de acogerme tanto a mi, como a otro voluntario europeo, una chica polaca de la ciudad de Szczecin, y fronteriza con Alemania, llamada Natalia. Tras recibirnos amablemente e invitarnos a cenar unas pizzas nos acompañó para por fin instalarnos en la que fué nuestra casa en esta aventura, un internado situado en Marguerittes, un pueblecito a unos 6 km de Nîmes.

 Llegados a este punto me gustaría aclarar que mi compañera de viaje es quizás uno de los mayores retos que he tenido que afrontar, pues ella sólo habla inglés y ha sido para mi una experiencia totalmente enriquecedora, ya que jamás me habría sentido capaz de mantener día tras día conversaciones de todo tipo por largas horas.

(Mi compañera de aventuras polaca, Natalia conmigo a la izquierda, y mi gran amigo desde hace años, Joachim)

Nuestro primer día de trabajo tuvimos la oportunidad de conocer mejor a Alain, es delegado departamental en una asociación llamada USEP que trabaja con niños en edad escolar fomentando el deporte en las escuelas e intentando transmitir valores tales como el respeto hacia el prójimo, el juego limpio, la honradez o la igualdad, pues son sencillas herramientas que la sociedad necesita urgentemente y, como adultos, es responsabilidad de todos. Es un hombre realmente comprometido con su trabajo, en todo momento nos ha hecho sentir como parte de su equipo e incluso, diría que ha ido más allá aportando datos curiosos sobre todo tipo de lugares, intentando de igual modo enseñarnos la historia de todos aquellos lugares que tuvimos oportunidad de visitar junto a él.

(La Maison Carrée)

Ese mismo día nos presentó a Charles, un servicio cívico de 19 años, con el que lleva trabajando desde el mes de Noviembre, que a lo largo del mes que hemos pasado como voluntarios, nos ha acompañado en todo tipo de situaciones ayudando en todo lo posible para así hacernos llevar nuestra vida cotidiana de la mejor manera posible.   Conocimos de igual modo a Lucille, otro servicio cívico que vino de Montpelier junto a Catherine, dos de las personas responsables del proyecto MonEuro 2016, quienes desde la IPEICC de Montpelier contactaron la asociación para la que he estado trabajando durante este mes, y con las que compartimos un estupendo almuerzo en la Place de l'Horloge.

No creo que detallar mi viaje día a día sea lo más adecuado para vosotros, así que resumiré brevemente en que ha consistido mi trabajo durante mi SVE, una misión en la que he viajado muchísimo más de lo que esperaba en un principio.

Organizamos un torneo de fútbol, en Bagnols-Sur-Cèze un campeonato de balonmano, en Laudun L'Ardoise, llevamos a cabo un triatlón a lo largo de tres días donde además del ciclismo, la natación y la carrera, complementamos el evento con diversas actividades como el tiro con arco o la petanca, para, la semana siguiente marcharnos cerca de la frontera española a Port Leucate, donde junto con 600 niños en su mayoría alumnos de escuelas catalanas, disfrutamos de una semana de actividades deportivas.

.

(Los niños disfrutaron incluso más que nosotros en estas bonitas playas)

Tras esa semana al fin llegamos al evento principal de nuestra misión, MonEuro 2016, en el cual tuvimos la oportunidad de trabajar junto a diversas asociaciones para organizar una jornada repleta de actividades relacionadas con el fútbol, talleres informativos para enseñar a los niños por ejemplo a reciclar correctamente, una sección de juegos tradicionales de varios países europeos y, por supuesto, un campeonato de fútbol en el que los niños lo pasaron en grande.

(Aunque algunas escuelas no pudieron asistir, el evento realmente fue muy enriquecedor)

Para terminar, no puedo más que agradecer a todas las partes que han hecho posible que mi misión, además de ser un éxito, sea para mi una experiencia inolvidable, en la que he conocido a personas de las que guardare un magnífico recuerdo, la asociación Euxemia, de la que forman parte Alexandria Mancino, Christopher Gil y Álvaro Cano, fueron los primeros que me dieron esta gran oportunidad y de veras se lo agradezco, ha sido para mi un placer poder vivir esta aventura apadrinado, en cierto modo por ellos, también a aquellos que en Francia me han recibido como son l'ipeic y sobretodo USEP, pues con ellos he pasado un mes que me ha enseñado tantísimo y me ha permitido enriquecerme en muchísimos aspectos.

(El magnífico equipo con el que he tenido oportunidad de compartir mi SVE, a la izquierda, Alain Haon, delegado departamental de la asociación Usep)

Si sois jovenes, no puedo más que recomendar una experiencia como esta, donde, además de llevar a cabo un tipo de proyecto en particular, al igual que yo, probablemente viviréis todo tipo de situaciones que os acompañarán por siempre, quedo a vuestra disposición para responder a cualquier tipo de duda que podáis tener, no dudéis en contactarme para cualquier tipo de información adicional, un cordial saludo y ánimo si os llama la atención el SVE, pues tenéis las herramientas para cambiar las cosas y enriqueceros con una experiencia similar en cualquier otro lugar.